Un mes después estaba sentada con ella, abriendo su maleta, ayudándola a instalar su ropa en el closet y recibiendo el montón de regalos que nos había llevado: vino tinto, yerbas de mate y un montón de alfajores, mis favoritos.162Please respect copyright.PENANAB4f0aggcy3
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Era una delicia por fin tener una compinche que disfrutaba más o igual que yo una buena taza de café negro en las mañanas para recargar energías.
Ellos se quedaban trabajaban desde casa hasta medio día en sus trabajos habituales, en la tarde se ocupaban de atender las reuniones con los inversionistas y revisando a viabilidad de las nuevas cosas que querían incluir, pasaban a recogerme en las noches a mi trabajo y ya era toda mía hasta casi las 12 de la noche que nos acostábamos a dormir no precisamente cansadas de cotorrear sino porque igual tocaba madrugar al otro día.162Please respect copyright.PENANA2i2JNtujn2
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Jueves y viernes Felipe tenía unas entregas a las que no podía faltar y como en la pandemia nos tocó hacer turnos extras muchas veces sin pago aproveché para solicitar dos días de descanso y poder acompañar a Lala a algunas reuniones y disfrutar el resto del día con ella mostrándole varios lugares que quería conocer de la ciudad y otros cuantos restaurantes más secretos que yo le mostré y que la dejaron encantada.162Please respect copyright.PENANAMxtIpbC1xQ
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El viernes en la tarde, el negoció al fin se cerró, fuimos a dejar el carro en la casa para ir a celebrar. Felipe, aunque estaba muy feliz tenía un "chicharron" en la oficina y hasta que no lo resolvieran no podía irse, así que nos pidió que nos adelantáramos que él nos alcanzaba más tarde.
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